Page 8 - CARTILLA
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- Que el individualismo, el egoísmo y el consumismo son una plaga que
destruye a la comunidad.
Los imperios expansionistas crearon fuerzas destructivas, rompiendo el
equilibrio del mundo. Los pueblos que han sido invadidos y colonizados, han
sido tratados como retrógradas, sin alma, ignorantes, incivilizados, y sus
sistemas de vida y de gobierno han sido juzgados arrogantemente con los
moldes de la democracia colonial occidental y patriarcal, dibujando y
desdibujando sus mapas territoriales a gusto de los usurpadores de riquezas.
La dictadura del dinero y del mercado usa como pretexto a la libertad, la
democracia y los derechos humanos para destruir pueblos enteros,
sometiéndolos a la cultura de la destrucción.
Una de las manifestaciones de esta civilización intolerante, irreflexiva y
destructora, que es sin duda la civilización de la muerte, es la crisis climática.
Con el sistema capitalista no podremos detener el incremento de la
temperatura:
- Porque los mercados, la libre empresa, la ansiedad lucrativa, la ética, la
solidaridad, están dominados por el capital y no tienen compromiso con
la vida ni con los seres humanos.
- Porque el individualismo invade los corazones y las mentes de las
personas, promoviendo el nuevo patrón dominante que es el mercado
que nos somete y esclaviza.
Hoy, con menos de 1 grado centígrado de incremento de temperatura los
impactos son ya devastadores, se pierden millones de hectáreas de suelo
fértil, de diversidad agrícola y silvestre, mueren millones de personas por
hambre, así como por enfermedades vinculadas a la contaminación del agua.
Si no tomamos acciones inmediatas, en el futuro viviremos en un mundo
devastado y destruido por el sistema mundial capitalista. Habrá cataclismo,
oscuridad y muerte. Cuyas expresiones serán las siguientes:
Con relación a lo ambiental y la Madre Tierra:
1. Un mundo con carencia energética, carencia de agua, carencia de alimentos
y carencia de vida. Un mundo donde los glaciares y los polos se habrán
derretido y muchas islas habrán desaparecido. Un mundo devastado por los
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destruye a la comunidad.
Los imperios expansionistas crearon fuerzas destructivas, rompiendo el
equilibrio del mundo. Los pueblos que han sido invadidos y colonizados, han
sido tratados como retrógradas, sin alma, ignorantes, incivilizados, y sus
sistemas de vida y de gobierno han sido juzgados arrogantemente con los
moldes de la democracia colonial occidental y patriarcal, dibujando y
desdibujando sus mapas territoriales a gusto de los usurpadores de riquezas.
La dictadura del dinero y del mercado usa como pretexto a la libertad, la
democracia y los derechos humanos para destruir pueblos enteros,
sometiéndolos a la cultura de la destrucción.
Una de las manifestaciones de esta civilización intolerante, irreflexiva y
destructora, que es sin duda la civilización de la muerte, es la crisis climática.
Con el sistema capitalista no podremos detener el incremento de la
temperatura:
- Porque los mercados, la libre empresa, la ansiedad lucrativa, la ética, la
solidaridad, están dominados por el capital y no tienen compromiso con
la vida ni con los seres humanos.
- Porque el individualismo invade los corazones y las mentes de las
personas, promoviendo el nuevo patrón dominante que es el mercado
que nos somete y esclaviza.
Hoy, con menos de 1 grado centígrado de incremento de temperatura los
impactos son ya devastadores, se pierden millones de hectáreas de suelo
fértil, de diversidad agrícola y silvestre, mueren millones de personas por
hambre, así como por enfermedades vinculadas a la contaminación del agua.
Si no tomamos acciones inmediatas, en el futuro viviremos en un mundo
devastado y destruido por el sistema mundial capitalista. Habrá cataclismo,
oscuridad y muerte. Cuyas expresiones serán las siguientes:
Con relación a lo ambiental y la Madre Tierra:
1. Un mundo con carencia energética, carencia de agua, carencia de alimentos
y carencia de vida. Un mundo donde los glaciares y los polos se habrán
derretido y muchas islas habrán desaparecido. Un mundo devastado por los
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